EQUIDAD EN LA EVALUACIÓN



EQUIDAD EN LA EVALUACIÓN

No me atrevo a dar una definición de alumno “normal” porque ni siquiera podría definir la palabra "normalidad". Al contrario, sí me surgen interrogantes:¿Cómo se mide la normalidad?  ¿Dónde empieza y dónde termina lo normal?  ¿Normal en qué sentido? ¿Normal para qué o para quién?......



Si por normalidad entendemos un alumno que, conociendo las normas de un colegio, las cumple, con toda la satisfacción del mundo, yo podría afirmar que conozco muchos alumnos normales. Si por normal entendemos un alumno que atiende en clase, que no charla, que no se levanta sin permiso o que no molesta, podría decir que en mis clases hay varios. Si por normal entendemos un alumno que trae las tareas que se mandan para casa, bien hechas, también conozco varios casos. E incluso me atrevo a decir que conozco a varios alumnos que cumplen todas estas condiciones. No obstante….yo no me atrevería a decir que estos alumnos sean alumnos normales. Yo diría que son alumnos emocionalmente equilibrados, bien asesorados en casa,  que son disciplinados y que probablemente tengan claro su objetivo….Aprender y sacar buenas notas.



No a todos los niños les da el cuerpo para pasarse tantas horas sentados en una clase con los libros delante. Seguramente serían más felices si pudiesen ir a un aula taller y experimentar y trabajar en aquello que les gustase.  Hay alumnos que sufren dentro del aula. Hay alumnos a los que sus trastornos no les permiten seguir al mismo ritmo que los demás. Los problemas en las familias, la falta de autoestima, la rebeldía de la adolescencia y el no sentirse bien con uno mismo….Todo esto afecta al día a día de nuestros alumnos y aún así los exámenes de contenidos siguen siendo los reyes de la evaluación….No conozco a ningún compañero que no rinda pleitesía a los dichosos exámenes y es que es la forma más fácil de evaluar!!!!!!!! Ojalá les perdiésemos el miedo y fuesen un mero instrumento más, pero no el  mejor considerado.

Esta semana un alumno de primero me hizo reflexionar, pensar en la suerte que tienen y tuvimos aquellas personas cuyos padres estuvieron a nuestro lado en todas las etapas de la vida guiándonos, apoyándonos y proporcionándonos un entorno apacible.  A este alumno, Luís, alto, fortachón, que podría llevarse debajo del brazo a cualquier profesor, le puede la violencia que lleva dentro. Solo piensa en pegar a los compañeros, dar golpes en la mesa, boicotear las clases porque a el no le interesa estudiar. Alumnos y profesores le tememos porque no sabe gestionar sus emociones. Cuando uno lo escucha en petit comité, no es necesario ser el mejor especialista para darse cuenta de que sicológicamente no está bien. No vive con sus padres porque parece ser que no lo aguantan. Vive con una tía que ahora está embarazada. Dice que por las noches ve a su abuela fallecida hace un año. En una de las clases de inglés donde hablábamos de las comidas del día, él afirmó que nunca desayunaba y enseñó un paquete de galletas que se toma durante las clases, cuando no se trae los dos donuts y una lata de cocacola. Nunca cena. Cuando llega del cole se mete en cama y luego a la una o dos de la mañana se levanta a tomar una pizza o un bocadillo de zorza…… Pienso en el descontrol de este niño y luego pienso en la entrevista que tuve con los padres de Manuel, hijo único, adorado por sus padres, ambos con estudios, y la ilusión con la que todas las tardes se ponen a estudiar con él y le toman la lección……Es un claro caso de alumno con unas supernotazas….¿Cuál de los dos es normal? ¿El que está abandonado de la mano de Dios o el que vive totalmente arropado por el cariño, cuidado y la colaboración de sus padres? ¿Quizás ninguno de los dos? ¿Y si solo durante una semana Luis viviese en casa de Manuel y Manuel en casa de Luis? ¿Los evaluamos a los dos con los mismos instrumentos? Luis no alcanza el grado mínimo en ninguna competencia, y la peor, la cívica y social. El claustro de profesores está de acuerdo en esto…Pero para mí es injusto. Este alumno necesita ayuda.  Es cierto que salimos sudando de clase, mis compañeros y yo porque tenemos que autocontrolarnos y no caer en sus constantes retos. Y una vez fuera de clase, respiramos y en la sesión de evaluación nos vengamos con las notas…Es la pescadilla que se muerde la cola. No estamos solucionando el problema. Estamos ayudando a agravarlo. El sistema tampoco nos ofrece demasiadas soluciones.


La "mentalidad fija" sale a la superficie en estos casos. A veces inconscientemente hacemos que nuestros alumnos se frusten porque siempre recriminamos, estamos tan enfadados que nuestras críticas no son constructivas, no clarifican. ¿Dónde está la “mentalidad de crecimiento” de Carol Dweck. Es tan difícil encontrar palabras para asesorarlos, para acompañarlos, para animarlos y para entender que sus problemas los hacen distintos a los demás….


En nuestra idea de que todos deben ser capaces de resolver las tareas mandadas porque se han visto en clase, estamos equivocados. Puede que haya alumnos que no entiendan a la primera, ni a la segunda o a lo mejor ni a la tercera aunque asienten con la cabeza. No van a preguntar nunca. Hay alumnos vivarachos que no paran, pero que resulta que son buenísimos compañeros!!!!! ¿Dónde reflejamos eso? ¿Quizás en alguno de los estándares de la competencia cívico social? Hay alumnos desordenados, pero que saben dónde están las cosas dentro de su desorden. Hay alumnos tímidos, pero que a lo mejor si tiras de ellos te sorprenden con su capacidad creativa. Hay alumnos maleducados, pero quién sabe la razón, igual son niños con carencias afectivas o meros espejos de lo que respiran en sus casas y si te preocupas y los acompañas, les haces ver que están equivocados. Hay alumnos a los que a la primera lo entienden todo, pero no hay que elogiar sólo la inteligencia ni el talento. Debemos elogiar el compromiso , las estrategias, el esfuerzo, la mejora, el compañerismo.
 Debemos hacer nuestra una  Equity Matrix en la que encajen todos los perfiles de alumnado que tenemos en el aula y algo que llevo un tiempo experimentando, trabajar con actividades diferentes, salir a investigar, ir al aula de informática, trabajar con la familia, utilizar las TICS.... Cuanto más diversificación hay en las actividades, más capacidades ocultas descubro en mis alumnos.

Me quedo con un whatsapp que me enviaron del profe Ramón titulado “Las otras notas de Elena” y con la idea de que lo que él expone es sumamente importante para que el alumno adquiera cualquier tipo de conocimientos y sea lo más normal posible.
Es una niña feliz: Sobresaliente. Es generosa y buena compañera: Sobresaliente. Le gusta jugar y reír con sus compañeros: Sobresaliente. Disfruta en su clase: Sobresaliente. Llega a clase con una sonrisa: Sobresaliente. Es respetuosa: Sobresaliente. Ríe en clase todos los días: Sobresaliente. Su profe la quiere mucho: Sobresaliente.



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